Después de mucho tiempo sin publicar ninguna entrevista más, estoy muy contenta de retomar esta actividad del blog con Silvia Insa, ayuda de solista y clarinete bajo de la Orquesta Sinfónica de les Illes Balears.
La verdad es que hasta finales del año pasado, conocía a Silvia sólo de oídas a través de compañeros comunes, hasta que a finales de octubre tuve la gran suerte de que me llamara para tocar el corno di bassetto en la Gran Partita de Mozart con su orquesta.
Las horas de convivencia que tuvimos en Palma de Mallorca me hicieron conocer a una persona enamorada de su trabajo y comprometida con la música al máximo, de una amabilidad extrema y un gran compañerismo.
Nombre completo: Silvia Insa Llopis
Lugar de nacimiento: Cocentaina (Alicante)
Fecha de nacimiento: 5-6-77
¿Puedes hablarnos de tus inicios en la música y en especial con el clarinete? ¿Qué persona/s fue/ron decisivas para ti en esta primera etapa?
Curiosamente no provengo de un ambiente familiar musical, ya que entre mis familiares no había nadie músico, pero sí mucha afición a la música. Mi pueblo (Cocentaina) está en la zona de interior de la provincia de Alicante, muy conocida por las tradicionales fiestas de Moros y Cristianos y que, desde mi punto de vista, van ligadas indiscutiblemente a una tradición musical que nos influye a todos desde muy temprana edad. Yo me considero afortunada de haber nacido en esta tierra, ya que si retrocedo a mi niñez o adolescencia siempre la veo envuelta y acompañada de un extraordinario ambiente musical. La verdad que mi encuentro con el clarinete fue puramente casual debido a que siempre me había visto atraida por la percusión o la flauta travesera…pero llegó el momento de adjudicar instrumentos en la escuela de música de mi banda (Ateneu Musical de Cocentaina) y solo quedaban clarinetes. Como tenía tantas ganas de empezar a tocar un instrumento ni me lo pensé, y desde entonces ahí estamos.
Entre las personas que considero que fueron decisivas en esta primera etapa me gustaría citar a mis profesores/as: Mila Botella, MªÁngeles Palacios, Edu Bernabeu y a Don José Insa Martínez, siempre inculcándonos motivación y amor por la música.
¿Cómo, cuándo, de qué manera te diste cuenta que serías músico? ¿Fue algo premeditado o más bien te dejaste llevar?
Mi abuela paterna tuvo la intuición de que yo iba a ser músico, prácticamente desde mi nacimiento. Con lo cual, cuando cumplí los 8 años me apuntó a una de las dos bandas que hay en mi pueblo, el Ateneu Musical. Como he mencionado antes, mis recuerdos de esa época son preciosos, disfrutaba mucho yendo a clases de solfeo y clarinete, como también a coro, banda joven, banda…y yo creo que en medio de toda esta atmósfera la decisión de guiar mis pasos a través de la Música fue algo natural sin mucha premeditación. Me gustaría decir que empecé a estudiar Químicas en la Universidad de Alicante y, aunque no terminé estos estudios, fue una experiencia decisiva para realmente darme cuenta de que mi camino era la música y en particular el clarinete.
¿Quién ha marcado (para bien) tu etapa formativa?
A mi siempre me gusta decir que he tenido la suerte de tener excelentes profesores y añadiría que he tenido el profesor correcto e idóneo en cada momento de mi trayectoria musical desde que empecé en el Superior de Alicante con el maestro Francisco Florido. Cada uno de ellos me ha aportado cosas muy diferentes, experiencia, inspiración, confianza en mi misma…siempre teniendo en cuenta que son personas y músicos muy diferentes, cada uno de ellos único y especial. Todos ellos han contribuido a que yo sea quien soy hoy en día, de lo cual estoy muy orgullosa. Me gustaría citar a José Vicente Herrera, Joan Enric Lluna y Josep Fuster.
Yo considero que siempre estamos inmersos en un contínuo aprendizaje y que la dedicación y perseverancia en los propósitos que uno se marca te embarcan en una necesidad de ampliar conocimientos, y todo esto lo digo porque hace poco he tenido el placer de conocer al maestro Johannes Peitz, asistiendo como alumna a las masterclasses que ofrece en Valencia.
¿Qué destacarías de tu experiencia fuera de España, tanto para tu formación musical/clarinetística como para tu formación personal?
No he estudiado fuera de España, el momento para realizar esta formación (que suele ser cuando acabas tus estudios superiores) coincidió con un contrato de larga duración en la orquesta, tuve que elegir lo que mejor me convenía. No obstante, creo que fue una buena elección, ya que me permitió asistir a clases particulares y cursos como los de la Sommerakademie del Mozarteum de Salzburg con Alfred Prinz y Alois Brandhofer. De estas experiencias destacaría, a parte de la formación musical y clarinetística, la posibilidad de estar en una capital cultural como es Salzburg y aprovechar la oportunidad para asistir a conciertos y óperas a diario.
¿Cómo fue tu «profesionalización»? ¿Tenías pensado qué camino seguir (conciertos, orquesta, enseñanza…) o fuiste optando a lo que se iba presentando?
Desde muy temprana edad la orquesta despertó en mí un interés extraordinario, siempre aprovechaba la menor ocasión para escuchar una formación orquestal, comprar discos, etc. Así que, en cuanto se presentó la ocasión, realicé pruebas en orquestas jóvenes (JONDE, JOSGV), experiencia que me valió para corroborar mi pasión por esta dedicación.
Después de opositar y trabajar en varias orquestas españolas conseguí una plaza en la Orquestra Simfònica de les Illes Balears en el año 2003.
Y actualmente continúas en la orquesta y eres ayuda de solista y clarinete bajo de la Orquesta Simfònica de les Illes Balears, ¿cómo es trabajar en una orquesta? ¿Qué es lo que más te gusta de ello?
Me siento afortunada de poderme dedicar a algo que me apasiona y me mantiene ilusionada día a día, es mi sueño particular hecho realidad, y considero que es algo que no debemos olvidar los músicos que nos dedicamos a esto. Como en todos los oficios, se saborean momentos dulces y no tan dulces, pero en general me gustaría resaltar la importancia del trabajo en equipo y la necesidad de mantenerte en buena forma musical. El nivel de exigencia en una orquesta suele ser muy alto y hay que estar preparado no solo técnicamente si no también psicológicamente, con esto me refiero a la importancia del control mental a la hora de salir a un escenario cada semana y a la necesidad de buscar herramientas que te ayuden a disfrutar de hacer lo que te gusta. Algo que me ayuda muchísimo en mi rutina diaria es practicar yoga, de hecho practico yoga y meditación desde hace más de 15 años.
Además haces mucha música de cámara, actualmente con Harmonie du Soir, con quien acabáis de lanzar vuestro segundo proyecto discográfico, y con Cornucòpia, trio de corni di bassetto. ¿Cómo se llega a tener proyectos sólidos como estos y qué los mantiene activos?
La música de cámara me gusta mucho, me atrevería a decir que es dónde más cómoda me siento. La cámara te permite disfrutar de la música en pequeño formato con amigos músicos que tienen un mismo sentir, y aquí diría yo que reside la clave para que un grupo de cámara adquiera solidez y durabilidad. A parte de llenarte musicalmente, entramos en un continuo aprendizaje que principalmente nos lleva a sabernos escuchar, identificar quién lleva la melodía, saber cuándo tienes que permanecer en un segundo plano, aunar criterios musicales… Pienso que los músicos de orquesta deberíamos potenciar más nuestra vertiente camerística porque, al fin y al cabo, la orquesta es música de cámara pero a lo grande.
Me siento muy feliz con estos dos proyectos estables de cámara: por una parte con Harmonie du soir Ensemble con el que acabamos de lanzar nuestro segundo trabajo discográfico para el sello PlayClassics, un trabajo al que hemos titulado “Modern Times” en referencia a las obras que en él aparecen (música francesa para sexteto de viento y piano del siglo XX).
Y por otra parte con Cornucòpia, trio de cornos di bassetto, un ensemble en dónde nos une el amor por este “raro” instrumento perteneciente a la familia del clarinete pero con un repertorio increíble situado principalmente dentro del periodo del Clasicismo vienés.
¿Algo que quieras compartir con nuestro blog?
Primero que nada quisiera dar las gracias a Cecilia por esta oportunidad de poder colaborar en su interesantísimo blog y felicitarla por su increíble labor como divulgadora.
Y para finalizar simplemente me gustaría alentar a las nuevas generaciones de músicos a que nunca dejen de asombrarse y maravillarse por lo que hacen. A que amen la música en el sentido más amplio de la palabra, empapándose de todo lo relacionado con nuestro mundo.
Espero que hayáis disfrutado de esta conversación tanto como yo. Es un placer poder contar con compañeros y compañeras de esta calidad humana y musical. Y soy feliz de poder compartirlo aquí.
Espero no tardar tanto en seguir publicando mis «Conversaciones con…», se están cocinando algunas más…
Y como siempre, ¡gracias por leer!
Cecilia
Una respuesta a «CONVERSACIONES CON… SILVIA INSA»