Este post está dedicado a mi colega Raquel Rodríguez, que me ha enseñado a contar la música a los niños.
Hace unos años, por redes sociales, empecé a ver las actividades de Raquel. Me gustó mucho su manera de trabajar, que expresa en todo momento el amor que siente hacia lo que hace.
Me puse en contacto con ella y enseguida surgió nuestra primera colaboración:
Raquel me ha dado la oportunidad de incluir de manera puntual, dentro de mis actividades, tocar delante de niños, niñas… ¡y bebés! Es una experiencia que recomiendo encarecidamente, pues nos pone a los músicos en contacto con la expresión más genuina de curiosidad y asombro ante la música, sin filtros, sin prejuicios, con una atención plena y limpia.
Recuerdo con cariño el momento en el que hice una improvisación sencilla de clarinete solo ante un grupo de educación infantil. Tocar en silencio delante de una veintena de niños y que cuando termines no se rompa ese silencio, solo en el momento en el que una vocecita dice: «¡Vaya!», te deja la sensación de haber sido escuchado… Esa sensación no la tenemos a menudo en otros contextos, en los que el juicio empuja a la escucha a un segundo plano. Eso no ocurre con los niños, más cuanto más pequeños.
También he colaborado en su espectáculo-concierto «Nos falta la percusión», el proyecto «El carnaval de los animales»… y he podido llevar a cabo mi pequeño cuento-concierto para bebés e infantil para conocer el clarinete «El pájaro de madera».
Recientemente, Raquel ha renovado su página web, que podéis visitar clicando AQUÍ, y me propuso figurar entre sus colaboradores. ¡Yo encantada! Os invito a visitarla y a conocer su trabajo.
Y os recomiendo que, siempre que tengáis la oportunidad, no dejéis de tocar para los más pequeños: es una experiencia que vale la pena vivir.
¡Gracias por leer!
Cecilia
CECÍLIA SERRA BARGALLÓ 